sábado, 24 de octubre de 2009

Volver de aqui como de la guerra sin el placer de batallar con el fusil quemando lleno de balas. Manos llenas y cerradas Puños Rompen mil caras de pensamiento y ninguna de verdad Masticando las palabras que hay para decir quebrandose por dentro en la más rígida espalda Tus ojos ciegos, encandilados no temen al vacio de tu caminar ¿cómo tomar tu mano sin que resbales? ¿cómo ayudarte sin poder gritar? Más y más lejos jamás podré cerrar mis ojos soñar que caminas segura Imposible negligencia Te queremos demasiado pero diferimos en la forma de demostrar Tu tiempo vale para otro contrabando de relojes No ves cuanto nos roban

domingo, 18 de octubre de 2009

Paciencia. Escribir más de mil veces la palabra, mal. Seguir camino tachando en prolija línea el error. Me pregunto cuándo será que se llene la hoja y en un ataque la estruje para luego, con la lenta flagidez del puño que se abre, abandonarla en un olvido mortuorio. Porque no sé si el error depende de mi mano o de la palabra misma que al caer no dice lo que quiero. Y me lo reprocha escupiendo la mentira hecha verdad de los días. Luchamos amandonos. Y en los días de olvido vamos llamandonos la una a la otra. Robamos la expresión que flota, la hacemos nuestra. Nos lastima no poder negarnos a volver a vernos y a no construir ésto por separado.