miércoles, 7 de abril de 2010

La escollera, el mar


La inmensidad del cielo
Tu nombre, Padre
Tu abrazo de abismo
tu tranquilidad furiosa de mar golpeando las rocas
El silencio estruendoso en el que se mezclan
las olas y mis dudas
Tu nombre resuena, Padre
Tu nombre me dio Paz

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